Entradas

Mostrando las entradas de junio, 2019

La concha de mi vida

Temprano descubrí que por mi concha me ibas a prejuzgar, maltratar, manipular, golpear y hasta matar. Temprano vi en tus ojos el libido que te causa el sólo saber que en mi cuerpo hay una concha, esa mirada asquerosa que no le importa ni cuántos años tengo ni que todo lo que me hicieras iba a perdurar en mi por siempre. Temprano vi tus desatinadas fórmulas para "conquistar" lo que para mi es nada y para vos es un tesoro. Temprano olí tu sudor repugnante cerca mío y supe que toda mi vida iba a ser estigmatizada por mi concha. Que si era tuya solamente era la concha de una virgen que merecía respeto, pero si la usaba como yo quisiera o para placer propio iba a ser la concha de una puta, alzada, calentona que sólo quiere que le rompan la concha. Supe también que si te entregaba mi concha iba a ser la mejor y si no lo hacía podía sufrir un castigo por eso. Contemple también tu furia mortal por mandarte a la concha de tu madre, porque claro tu madre tiene la concha Santa, pero

Una vida plagada de ausencias.

Jamás voy a superarte, jamás tendré la fuerza para no llorarte. Increíblemente llevo más años vividos sin vos que con vos, y si lo pienso un poco fino casi no viví con vos... Pero tu recuerdo es tan idílico, es tan simbólico, es tan vos sin estar. Hubiese querido darte mil besos, mostrarte cuanto podía yo, porque si sola pude mucho imaginate con vos a mi lado... no hubiese habido día que no te fuese a ver, a mirar, a darte abrazos, no hubiese habido día del padre, Navidad, fiesta cual sea que pasase lejos tuyo. He vivido la ausencia de mil maneras, pero la tuya es desgarradora, es sentarme mil veces a pensar que hubiese sido de mi con vos. Con vos guiando mis estudios, con vos guiando mi adolescencia, con vos siendo el genio único que eras con esas manos gordas llenas de todo para darlo a cambio de tan sólo un poco de amor. Yo hubiese tenido todo ese amor para vos y más también, todo el que necesitabas y el que quisieras, pero en cambio tuve tu ausencia, y fue cada año un derrotero

Otra vida

Mi mamá tiene un hermano menor al que no ve hace mucho tiempo. Él hizo familia y se fue a vivir a otro lado. De chico tuvo muchos problemas de conducta en la escuela, de grande mi abuela jamás lo pudo controlar, hacer trabajar, no tenía vicios pero era vago. A mi me caía bien mi tío, siempre tenía alguna mentira para decirme y me gustaba, me hacía reír. Le guardo cariño. Cuando yo era adolecente el fue padre de dos chicos. Total tiene siete. El nivel intelectual de él es de básico para abajo, el de ella igual. Ella se crió en una villa y jamás pudo moverse en otro ambiente que no sea ese, vivieron en ese tiempo con mi abuela y ella los ayudaba con los chicos, yo también, les enseñaba que había que bañarlos darles vacunas, (Yo tenía 15) uno de los chicos nació de 26 semanas y vivió. Le pasó de todo pobre bebé hoy ya es adulto con discapacidad pero adulto. La nena que yo ayudaba a cuidar hoy es madre y tiene dos hijos. El resto aún por suerte no tiene descendencia. Hoy vinieron a visit

Elegir

Dicen que a los cinco años no podes tomar decisiones, tus viejos hacen y deshacen con vos, tus gustos, tus comidas, tu música, tus juguetes, ropa, etc. A los cinco años no estas preparado para ir en contra de tus viejos, de tu madre que te vigila cada acción y de tu padre que te recuerda quien compra y paga tus alimentos. Al que diga que jamás le dijeron "come sabes cuantos chicos no tienen para comer? O todo el día trabajo para que comas" miente. Lo hicieron antes, lo hacemos ahora. Pues yo tuve cinco años y no recuerdo nada de esos tiempos más que a mi hermano vestido de boca y a mi papá cargarlo caballito con banderas colgadas por toda la camioneta, o cohetes explotando por Arieta, frente al negocio, banderines y porras azul y amarillo, mi viejo riendo hablando con otros varones, discutiendo con entusiasmo y mi mamá llevandome lejos porque "son cosas de hombres", mi viejo era un señor muy amable generoso, un gran tipo y de grandes pasiones, una de ellas era boca

Barro

Me levanté cada día de mi vida sabiendo que al salir iba a pisar barro. Yo no elegí este destino, cuando entré en razón ya estaba ahí, simplemente lo acepté. Intentar por todos los medios no ensuciar las zapatillas. No quería que los chicos supieran que no vivía sobre asfalto. A veces crees que fuiste estúpido por sentir vergüenza de tus orígenes, entonces yo te aseguro que todos lo fuimos. Ser joven, adolescente y pobre, es una tarea ardua. Todos los días necesitas cosas nuevas, siempre contando monedas e intentando que nadie note que estas arruinado o peor que tus viejos no llegan. Momentos donde reclamarle a Dios ya no alcanza, ¿eres estúpido maldito dios? Cómo me haces tan pobre a mi que sólo soy un joven y quiero no conocer aún el mundo adulto. La gente me mira con lástima, bronca o miedo. No entiendo que les pasa. O si. Entiendo. Leí por ahí que se llama prejuicio es la imagen que una o muchas personas se han hecho de gente que viste, habla, camina, o simplemente

Yo sin ella.

Me visitó, me vino a decir no sé qué de algo que pasó hace un millón de años, me viene a reclamar que estoy grande y no sé qué. Me dice que yo elegí estar así y no sé qué más, y que si yo quiero todo lo puedo. Que ella en un momento me avisó que esto iba a pasar, que vino estuvo un tiempo conmigo sólo para que sepa cuáles serían las consecuencias de estar con la guardia en alto siempre. Pues te eché una vez lo lograré otra. Acá no te vas a quedar le dije, la sentí muy cómoda encima mío, ella se sonreía de costado como quien ríe por una macana. Y le pedí que me deje, que yo sin ella puedo vivir. No quiere irse, cree que nos conocemos lo suficiente como para quedarse y ocupar un lugar. Qué descarada. Una mañana harta de escuchar su susurro, su respiración que me acechaba a cada paso tomé un cuchillo y corté el lazo que nos unía. Sentí el filo romper mi piel, no tuve miedo, ese era el final entre ella que quería dominarme y yo que quería escapar. Así fue que al quinto mes de peleas

Pare de sufrir, o mejor dicho, hay que sufrir y parar

No queremos sufrir No nacimos para sufrir No nos enseñaron a sufrir Somos la generación, que frase de mierda pero real, somos una generación o varias que no podemos sufrir, no queremos sufrir, preferimos estar deprimidos, por qué? Porque deprimirse tiene que ver con el otro, con causas ajenas a nosotros, buscar un culpable, hacerlo cargo de nuestras frustraciones y salir ilesos. Sufrir es hacerse cargo de que fallamos, de que algo o alguien nos causa dolor, hacernos cargo de que pusimos nuestras ilusiones en otro o en algo y que no resultó como esperábamos, tenemos miedo de decir, bueno, si sufro y es porque yo quería esto y no resultó, no se dio. No nos enseñaron a tener miedo, el miedo es para débiles y nosotros somos fuertes y no sentimos miedo de extrañar o de amar y que no resulte. Pero tenemos miedo, y si asumimos que tenemos miedo, tendremos que asumir que cuando el resultado no sea el esperado será nuestra culpa. Se imaginan decir yo quería esto con tal y el otro no que