Pare de sufrir, o mejor dicho, hay que sufrir y parar


No queremos sufrir
No nacimos para sufrir
No nos enseñaron a sufrir
Somos la generación, que frase de mierda pero real, somos una generación o varias que no podemos sufrir, no queremos sufrir, preferimos estar deprimidos, por qué? Porque deprimirse tiene que ver con el otro, con causas ajenas a nosotros, buscar un culpable, hacerlo cargo de nuestras frustraciones y salir ilesos.
Sufrir es hacerse cargo de que fallamos, de que algo o alguien nos causa dolor, hacernos cargo de que pusimos nuestras ilusiones en otro o en algo y que no resultó como esperábamos, tenemos miedo de decir, bueno, si sufro y es porque yo quería esto y no resultó, no se dio.
No nos enseñaron a tener miedo, el miedo es para débiles y nosotros somos fuertes y no sentimos miedo de extrañar o de amar y que no resulte.
Pero tenemos miedo, y si asumimos que tenemos miedo, tendremos que asumir que cuando el resultado no sea el esperado será nuestra culpa.
Se imaginan decir yo quería esto con tal y el otro no quería y ahora estoy sufriendo?
Como vamos a decir nosotros que queremos sufrir y llorar o romper todo?
No. Eso no va a pasar, vamos a decir que estamos deprimidos, que algo en nuestra infancia, madre, padre, vecino hizo que hoy estemos así.
Si asumimos de una vez que sufrimos tendremos que buscar la solución, si nos deprimimos es más fácil, le pagamos a una terapeuta y que se haga cargo de quitarme lo que siento.
Ella será entonces la culpable sino me recupero pronto.
"Doctora, deme una pastilla que quite este dolor, que no me deja dormir, que no me deja respirar, que no deja de dar vueltas en mi cabeza. Dame la pastilla de la felicidad, haceme dormir, no dejes que siga sufriendo así"
Queremos una anestesia para la vida y no existe. Existen las excusas y de esas estamos llenos, hasta para sufrir y no hacernos cargo.
Nacemos y ya estamos expuestos, las excusas que aprendemos nos ayudan a sobrellevar esa exposición, lloré xq me trajo un recuerdo, me dio miedo xq una amiga de una tía lejana le pasó igual y me sonó la historia, y así vamos metiendo excusas a nuestro sufrimiento y si no lo duerme alguna pastilla lo duerme algún vicio, y si no se cumplen esas dos premisas será entonces la idea loca de un dios bondadoso que me ayuda a sufrir, que me acompaña a sufrir, que me perdona pero, jamás me acaricia porque Dios es amor pero de una manera simbólica, soñadora, virtual, pero nunca es real, palpable.
Por otro lado es más fácil hablar con quien no responde que con una amiga/o que te maltrate un rato y te haga notar que sos parte del problema, o peor aún, que el problema es tuyo o sos vos y nadie más va a sufrirlo por nosotros.
"No pongas ese tema, me hace mal"
"No quiero ir a tal lugar, me hace mal"
Las excusas llegan a tapar la belleza de la música o de un paseo, el miedo a enfrentarnos con nosotros es el peor de todos.
Porque podremos mentirle a todos, pero jamás podremos escapar de nosotros mismos, y ese es nuestro castigo.
Convivir con este que soy, con esto que me hace sufrir, aprender a fallar, a tirarnos y llorar o tomarnos el tiempo para que ese dolor nos abandone.
Los duelos son necesarios, las ceremonias son necesarias. Necesitamos sufrir, tener miedo, sentir dolor y asumir que estamos hechos de eso también.
No debemos parar de sufrir, debemos parar para sufrir y luego, luego seguir.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

El diccionario rojo

Una vida plagada de ausencias.

Ingrid, te extraño.