La concha de mi vida



Temprano descubrí que por mi concha me ibas a prejuzgar, maltratar, manipular, golpear y hasta matar.
Temprano vi en tus ojos el libido que te causa el sólo saber que en mi cuerpo hay una concha, esa mirada asquerosa que no le importa ni cuántos años tengo ni que todo lo que me hicieras iba a perdurar en mi por siempre. Temprano vi tus desatinadas fórmulas para "conquistar" lo que para mi es nada y para vos es un tesoro. Temprano olí tu sudor repugnante cerca mío y supe que toda mi vida iba a ser estigmatizada por mi concha.
Que si era tuya solamente era la concha de una virgen que merecía respeto, pero si la usaba como yo quisiera o para placer propio iba a ser la concha de una puta, alzada, calentona que sólo quiere que le rompan la concha. Supe también que si te entregaba mi concha iba a ser la mejor y si no lo hacía podía sufrir un castigo por eso. Contemple también tu furia mortal por mandarte a la concha de tu madre, porque claro tu madre tiene la concha Santa, pero la mía era tuya o de nadie.
Mi concha de donde salieron mis hijos es la que me dio fuerza para levantarme una y otra vez, la misma concha que sintió el dolor del desgarro aquella noche que llegaste borracho y decidiste que era un gran momento de usarla, a pesar de mis reiteradas súplicas de que no lo hicieras.
Pero vos querías, querías sentir que mi concha era tuya y ya no importaba si yo lloraba o no me movía, tenías tu trofeo.
Mi concha fue la que me hizo tener que aprender mil formas de volver a casa urgente; porque ja creías que eras el único que querías mi concha? No era eso lo que decías; Que nadie me iba a querer? Ya ves que no, todos quieren lo mismo, poseer una concha. A ninguno le importó como me llamaba, que soñaba, cuánto tuviese para contar o cuánto me había esforzado por conseguir un trabajo, todos creían, hasta ellas que también tienen concha y sufren o sufrieron lo mismo que la mía, hasta ellas creían que todo lo obtuve por mi concha, y entonces ahí estaba yo cuidando mi concha y me colgaba de cuanto colectivo, tren o subte pasare sólo por cuidarme y cuidar a mi concha de que nadie intente atacarme por poseer aquello que te desvela, que te hace decir las mentiras más espantosas o perpetrar los crímenes más atroces todo por mi concha. Dejame ser libre de elegir, de soñar, de vestirme como quiera! La concha de tu madre, la de tu tía, la de tu hermana, la de tu abuela, la concha de tu vida y de la mía, ninguna de esas conchas vivieron en paz tampoco, ellas también padecieron de un enfermo como vos.

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