Para mis compas

 Mañana es un día muy de mierda para mi, para ustedes, para todos.

Mañana comienza para todos los que queremos, para quienes no conocemos, para nosotros, un tiempo de dolor.

No, no exagero, yo ya viví esto, lo viví de piba y juro que es todo sufrimiento.

Desde mañana la incertidumbre será costumbre y la esperanza de volver a ser felices un sueño.

A mi me gusta soñar, me asumo soñadora, pero mis sueños son compartidos ya que jamás podría ser feliz si afuera otros sufren.

Para mi la motosierra siempre fue para las películas de terror, y todos los que me conocen saben que no las miro. A mi me gustan las historias reales, las de madres que pelean por derechos y los consiguen, por padres que se esfuerzan por sostener una familia o un trabajo y lo logran. Me gustan las historias donde las personas pelean contra la injusticia y tienen un final feliz. Donde un pibe que quiere estudiar llega lejos, más lejos que sus propias metas. Historias donde lo colectivo supera cualquier individualidad.

No me gustan las historias de terror, y me siento obligada a no solo verla sino que a vivirla otra vez.

Otra vez.

Como siempre aquí nos quedaremos a padecer y a pelear los que menos tenemos, los que ponemos el lomo, los que no tuvimos jamás un trabajo donde no tuviésemos que transpirar.

Aquí nos vamos a quedar porque sabemos que otra realidad es posible. Es mentira que para estar bien tenemos que sufrir. 

Esos nos quieren hacer creer, es mentira que no hay más remedio. Nosotros, los peronistas sabemos que es mentira, ellos también lo saben. Antes dije que soy una soñadora, por eso desde mañana comenzaré a soñar que volvemos.

Porque ellos saben y nosotros también que tenemos la responsabilidad de volver, para reunirnos sin miedo, para cantar de alegría, para llorar de emoción y para construir una patria grande. Volveremos. No tengo dudas, pero mañana la tristeza también será colectiva, y eso nos hace mejores también.

Porque si no se puede ser feliz en soledad, imagínense   transitar esto solos? Por suerte nos tenemos. Durante años venimos tejiendo vínculos que nos protegen, redes que nos contienen, amistades que trastienden. Nosotros no estamos solos, somos compañeras y compañeros, con todo lo que eso implica. 

Y ellos podrán tener muchas cosas pero no tienen un compa, una marcha y una bandera que los abrace.

Seguiremos en el lugar que nos toca de la historia, seguiremos pensando que la justicia social es irrenunciable, que los únicos privilegiados tienen que ser los niños y que donde hay una necesidad nace un derecho.

Con el corazón lleno de Eva, con la doctrina del general, con Nestor como guía y con Cristina conduciendo les digo, vamos a volver. 

Abrazo! Que sea hasta la victoria, siempre.

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